sábado, 4 de abril de 2015

¡Yo ya lo sabía!



Ayer, Viernes Santo, intenté adentrarme (“conocer por dentro” de S. Ignacio) en los sentimientos de Cristo Jesús, siguiéndole paso a paso, hasta cronológicamente, mediante el Evangelio de Juan. 
Hoy, Sábado Santo,  es el día de la DESOLADA: “Saber perderlo todo, todo, todo, como María al pie de la Cruz…” Chiara Lubich la veía a María Desolada a través de la Piedad de Miguel Ángel.
En España se habla más de la Soledad de María, Ntra. Sra. de la Soledad. Esto me evoca lo que viví hace años en Manresa, durante el mes de ejercicios. Una vez sepultado Jesús, yo me preguntaba: ¿Qué haría su Madre?  No me la imagino llorando al lado del sepulcro como la Magdalena, ni corriendo de prisa a comprar ungüentos para embalsamarlo mejor, como las piadosas mujeres. Yo la veo dolorida, pero serena,  viviendo la voluntad de Dios en ese momento. Tenía vivas en su mente las palabras-testamento de Jesús: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Juan sigue fiel a su lado y ella: “¿Dónde está tu hermano Santiago?” “Huyó como todos”. “¿También Pedro? ¿Dónde está ahora?” “Llorando arrepentido su triple negación”.  “Vamos a buscarlos” Y si “el primer día de la semana” (Pascua Cristiana), Jesús los encuentra reunidos en el cenáculo, ¿no sería gracias a María, Madre de la Iglesia naciente, que había comenzado a ejercer su misión de Madre de la Unidad?
Después se quedaría SOLA, “Nuestra Señora de la Soledad”, la soledad de María… También hoy me gustaría adentrarme (“conocer por dentro”) los sentimiento de María… Sola, físicamente sola, sola sobre todo en la fe. (“Nosotros creíamos que sería Él…; pero lo  mataron”).
Tras una interminable jornada de soledad, de incertidumbre, de espera, Jesús resucita y se manifiesta, por etapas, a sus discípulos. ¿Y a su Madre? Me encanta un himno de la “Santa Liturgia” de nuestros hermanos de la Iglesia de Oriente. Las mujeres corren a darle la noticia, y ella: “Yo ya lo sabía”. “¿Quién te lo ha dicho?” “¡Él mismo! ¿O es que habéis olvidado su reiterada promesa que al tercer día resucitaría?”
Soledad de María, Ntra. Sra. de la Soledad, aumenta nuestra fe en la resurrección de tu Hijo.

                   Joaquín Martínez Vega, o.m.i.

No hay comentarios:

Publicar un comentario