“Sed generosos a la hora de llevar la ternura de Cristo a
los que sufren” dice el Papa a los Obispos de Namibia y Lesoto,
“tierras conocidas por su creciente fe cristiana” .
En estos dos países africanos los
Misioneros Oblatos de María Inmaculada tienen el monopolio del Episcopado
nacional: 6 de 7 Obispos son Oblatos. Recogemos la noticia de las comunicaciones oficiales del Vaticano:
Audiencias Pontificias.
-Arzobispo Liborius Ndumbukuti Nashenda, OMI de Windhoek (Namibia).
-Obispo Philipp Pöllitzer, OMI,
de Keetmanshoop (Namibia).
-Obispo Joseph Shipandeni Shikongo, OMI,
Vicario Apostólico de Rundu (Namibia).
-Arzobispo Gerard Tlali Lerotholi,OMI,
de Maseru (Lesoto).
-Obispo Augustinus Tumaole Bane,OMI,
de Leribe (Lesoto).
-Obispo John Joale
Tlhomola, SCP, de Mohale's Hoek (Lesoto).
-Obispo Joseph Mopeli Sephamola, OMI, de Qacha's Nek (Lesoto).
Foto inferior: Mons. Libroius Nashenda con Vitalis, oblato de Namibia estudiante en Roma
Ciudad del Vaticano, 24 de abril 2015 (VIS).-El Papa Francisco recibió hoy a los obispos de Lesoto y Namibia, -''tierras conocidas por su floreciente fe cristiana''- al final de su visita ''ad Limina''. En el discurso que entregó a los prelados el Papa recuerda la tarea y los sacrificios de muchos misioneros, cuya labor fue sostenida por generaciones de compañeros indígenas, en una región que presenta a menudo grandes retos, tanto ambientales como sociales pero que es conocida por sus iglesias, parroquias y centros que dibujan una vida comunitaria centrada en la oración y el trabajo.
También son renombradas las numerosas escuelas, clínicas y hospitales,
''construidos con el amor y la fidelidad de los materiales del suelo de Namibia
y de las montañas de Lesoto'', por lo que Francisco anima a los obispos a
''seguir apoyando y nutriendo estas grandes bendiciones, incluso cuando
escasean los recursos porque el Señor promete que no dejará de bendecirnos''.
''Sé que vuestras comunidades se enfrentan a diario a muchos desafíos,
y estoy seguro de que esto pesa en vuestros corazones -señala - Fortalecedlas
en el amor para superar el egoísmo en la vida pública o privada; sed generosos
a la hora de llevar la ternura de Cristo allí donde se dan amenazas a la vida
humana, desde el seno materno hasta la vejez - y pienso especialmente en los
que sufren a causa del VIH o el SIDA... Por vuestra entrega a ellos, "no
sólo los ganaréis para la causa de Cristo, sino que los convertiréis en
protagonistas de una sociedad africana renovada".
El Papa cita a continuación a las familias cristianas fragmentadas a
causa del empleo lejos de casa, o por la separación y el divorcio y exhorta a
continuar ofreciéndoles ayuda y orientación así como a cuidar la preparación de
las parejas para el matrimonio cristiano, y a sostener asiduamente a las
familias con los sacramentos, sobre todo con el Sacramento de la Misericordia.
''Os doy las gracias -añade- por vuestros esfuerzos en la promoción de una vida
familiar sana frente a las concepciones distorsionadas que surgen en la
sociedad contemporánea... La familia es el mejor entorno para aprender y
practicar la cultura del perdón, la paz y la reconciliación... y... de las
familias sanas vendrán numerosos vocaciones sacerdotales.. porque en ellas los
hombres han aprendido "a amar en la medida en que han sido amados
incondicionalmente... han aprendido el respeto y la justicia... el papel de la
autoridad expresado por los padres y la atención por los demás''.
''En una época de disminución de las vocaciones al sacerdocio y a la
vida religiosa -nota el Papa- es importante hablar abiertamente de la
experiencia gratificante y alegre de ofrecer la propia vida a Cristo. Cuando
vuestras comunidades cristianas se asienten sobe vuestro ejemplo continuo de
"vivir en la verdad y la alegría el compromiso sacerdotal, la castidad en
el celibato y el desapego de los bienes materiales" , las vocaciones al
sacerdocio y a la vida consagrada abundarán''. En este contexto el Papa da
gracias a Dios ''por el testimonio y el servicio continuado de tantas
comunidades de religiosos y religiosas que son vitales para el corazón orante
de la Iglesia, junto con las muchas cofradías comprometidas y otras
asociaciones laicales en la Iglesia de Lesotho y Namibia'' y reitera, por otra
parte que a la hora de elaborar planes pastorales es necesario prestar gran
atención a los más pobres de la sociedad . ''Os pido -dice- que os preocupéis
especialmente por los más necesitados en vuestras Iglesias, confiando todas las
iniciativas al cuidado de Dios''.
Por último, exhorta a los obispos a perseverar ''como hombres de
oración profunda y constante, en el camino del beato José Gerard, que siguió
las sugerencias del Espíritu Santo en todas las materias. La oración precede y
conduce a la auténtica evangelización. ''Como sabéis por experiencia -concluye-
cuando la Iglesia convoca a la tarea evangelizadora, no hace más que indicar a
los cristianos el verdadero dinamismo de la realización personal .Es decir, nos
está mostrando el camino hacia nuestra felicidad más profunda''.
El Beato José Gérard O.M.I.
Apóstol de Lesoto
(antigua Basutolandia)
a donde llegó con el primer equipo
de Misioneros Oblatos de M.I.
enviados a África del Sur
por S. Eugenio de Mazenod,
en plena juventud:
era aún diácono.
Sería ordenado sacerdote allí
por el primer Obispo Oblato de Sudáfrica
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