lunes, 25 de abril de 2016

Mariápolis en Roma

 La Docotora Antonia Testa, focolarina, explica al Papa lo que se está viviendo en la Mariápolis

Del 22 al 25 de abril se ha celebrado una Mariápolis en Roma, muy diversa de otras muchas que se celebran en diversas partes del mundo desde hace unos 60 años. Ésta ha sido especial por dos razones: es la primera vez que los “mariapolitas” no se alejan de la ciudad ni  se concentran en una centro de espiritualidad, sino que se ha concentrado en un archiconocido parque urbano, en plena Ciudad, a cielo abierto y abriéndose a personas e instituciones diversas allí presentes con ocasión del “Día de la Tierra”.  Mariápolis especial también y sobre todo porque por primera vez el Papa se presentó en la Mariápolis. Fue una grata sorpresa, una de esas corazonadas del papa Francisco, así, sin protocolo, sin escolta, en un coche normal.
Escuchó atentamente la explicación de lo que era la Mariápolis y gozaba escuchando las diversas e impactantes experiencias o testimonios. Después intervino él. Traía escrita su intervención; pero se la entregó a Antonia Testa, la focolarina responsable, junto con Donato Falmi, del Movimiento de los Focolares de la zona de Roma. Dijo que prefería hablar sin papeles, a corazón abierto, en sintonía con lo que había oído allí.
El P. Fabo Ciardi, o.m.i., que ha seguido toda la Mariápolis y se ha hecho eco de ella día a día en su Blog http://fabiociardi.blogspot.it/2016/04/il-papa-in-mariapoli.html lo narra mejor que yo. Lo traduzco del italiano al castellano.
El Papa escucha algunas experiencias y testimonios

“Al oíros me han venido a la mente dos imágenes: el desierto y la floresta. Yo pensé: esta gente, todos vosotros, toman el desierto y lo transforma en floresta.  Van donde hay desierto y no ha esperanza, y hacen cosas que transforman en floresta ese desierto”.
Es el descubrimiento sorprendente del para Francisco al escuchar la experiencias positivas, concretas, vividas por nuestra gente de Roma, entre los encarcelados y con los hijos y las familias de los encarcelados, con los prófugos, con el juego de azar…
Sí. Porque ¡esta tarde hemos tenido al Papa en la Mariápolis!
A lo largo de sesenta años han desfilado por la Mariápolis políticos, magistrados, jefes de estado, reinas; pero nunca un papa.
Llegó a escondidas, como de costumbre, en un coche normal, sin ningún sequito aparatoso.  ¡Y estalló la fiesta en la fiesta!
El papa es siempre el papa,  y el papa Francisco es un papá elevado al cuadrado.
Encontró a la gente de la Mariápolis, pero también a otros, como los amigos de la “Día de la Tierra”, del proyecto Erasmus, de la integración deportiva de los refugiados… Las experiencias, provenientes de diversas organizaciones, sin relación directa entre sí, daban testimonio de una comunión de ideales y de proyectos.
Esta es una de las grandes novedades de la Mariápolis de Roma 2016: involucrar y dejarse involucrar con y por grupos muy diversos con los cuales se puede trabajar juntos.
No se puede transformar  el desierto en foresta de otro modo: ¡hay que estar juntos!


Los participantes escuchan al Papa

Breve video del Papa en la Mariápolis de Roma


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