La Docotora Antonia Testa, focolarina, explica al Papa lo que se está viviendo en la Mariápolis
Del 22 al
25 de abril se ha celebrado una Mariápolis en Roma, muy diversa de otras muchas
que se celebran en diversas partes del mundo desde hace unos 60 años. Ésta ha sido
especial por dos razones: es la primera vez que los “mariapolitas” no se alejan de la ciudad ni se concentran en una centro de
espiritualidad, sino que se ha concentrado en un archiconocido parque urbano, en
plena Ciudad, a cielo abierto y abriéndose a personas e instituciones diversas
allí presentes con ocasión del “Día de la Tierra”. Mariápolis especial también y sobre todo porque
por primera vez el Papa se presentó en la Mariápolis. Fue una grata sorpresa,
una de esas corazonadas del papa Francisco, así, sin protocolo, sin escolta, en
un coche normal.
Escuchó
atentamente la explicación de lo que era la Mariápolis y gozaba escuchando las
diversas e impactantes experiencias o testimonios. Después intervino él. Traía
escrita su intervención; pero se la
entregó a Antonia Testa, la focolarina responsable, junto con Donato Falmi, del
Movimiento de los Focolares de la zona de Roma. Dijo que prefería hablar sin
papeles, a corazón abierto, en sintonía con lo que había oído allí.
El P. Fabo
Ciardi, o.m.i., que ha seguido toda la Mariápolis y se ha hecho eco de ella día
a día en su Blog http://fabiociardi.blogspot.it/2016/04/il-papa-in-mariapoli.html
lo narra mejor que yo. Lo traduzco del italiano al castellano.
Es el descubrimiento
sorprendente del para Francisco al escuchar la experiencias positivas,
concretas, vividas por nuestra gente de Roma, entre los encarcelados y con los
hijos y las familias de los encarcelados, con los prófugos, con el juego de azar…
Sí. Porque ¡esta
tarde hemos tenido al Papa en la Mariápolis!
A lo largo
de sesenta años han desfilado por la Mariápolis políticos, magistrados, jefes
de estado, reinas; pero nunca un papa.
Llegó a
escondidas, como de costumbre, en un coche normal, sin ningún sequito aparatoso. ¡Y estalló la fiesta en la fiesta!
El papa es
siempre el papa, y el papa Francisco es
un papá elevado al cuadrado.
Encontró a
la gente de la Mariápolis, pero también a otros, como los amigos de la “Día de
la Tierra”, del proyecto Erasmus, de la integración deportiva de los refugiados…
Las experiencias, provenientes de diversas organizaciones, sin relación directa
entre sí, daban testimonio de una comunión de ideales y de proyectos.
Esta es una
de las grandes novedades de la Mariápolis de Roma 2016: involucrar y dejarse
involucrar con y por grupos muy diversos con los cuales se puede trabajar juntos.
No se puede
transformar el desierto en foresta de
otro modo: ¡hay que estar juntos!
Los participantes escuchan al Papa
Breve video
del Papa en la Mariápolis de Roma
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