SONETO A JESUS CRUCIFICADO
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal
manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Bellísima versión de este soneto, que
comienza con las palabras "No me mueve, mi Dios, para quererte",
atribuido a Santa Teresa de Ávila, a S. Juan de la Cruz y a otros autores; pero
en realidad su autor parecer ser el fraile agustino mexicano Fr. Miguel de
Guevara (1585-1646)
Escucha como lo cantan:
Hermana Glenda: https://www.youtube.com/watch?v=4rWrzqHLubA
Ximena
Gray: https://www.youtube.com/watch?v=KnWHYV4sSTc
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