NO ESTÁ AQUÍ, HA RESUCITADO ¡VIVE!
Jesús resucitado, ¿se aparecería
a su Madre? San Ignacio de Loyola, en sus Ejercicios
Espirituales, haciéndose eco de una tradición,
sugiere la meditación de este paso con las siguientes palabras: “Primero:
apareció a la Virgen María, lo cual, aunque no se diga en la Escritura, se
tiene por dicho, en decir que apareció a tantos otros; porque la Escritura supone
que tenemos entendimiento, como está escrito: ‘¿También vosotros estáis sin entendimiento?’”.
Sin entrar en
polémicas, a mí me encanta otra tradición recogida en un himno litúrgico de la
Iglesia de Oriente: las mujeres que fueron de madrugada al sepulcro y lo
encontraron vacío, corrieron a anunciar a su Madre:
- “¡Tu Hijo
resucitó!” Y Ella, con sencillez, llena
de gozo:
- “Yo ya lo sabía”.
- “¿Quién te lo dijo?”
- “¡¡¡Él mismo!!!” (Lo había anunciado tres veces…)
María Inmaculada,
heroica en la fe, aumenta nuestra fe vacilante, para que proclamemos con la
vida (y si es necesario, también con la palabra): “Jesús ha resucitado, ¡vive!”
¡Felices Pascuas!