miércoles, 26 de febrero de 2014

Familias desestructuradas


Un Santo Patrono y Protector 
de las familias desestructuradas


Carlos Antonio de Mazenod y María Rosa Joannis, divorciados

Parejas de separados, divorciados, divorciados y casados de nuevo… ¡Cuántas familias en tales situaciones que sufren incomprensiones, dramas dolorosos e incluso tragedias!
¿Sabías que hubo un Santo que sufrió mucho a causa del divorcio de sus padres? Fue una espina que tuvo clavada en el corazón durante toda su vida. Por más que lo intentó, no pudo restablecer la unión ni la convivencia de sus progenitores; pero él siguió amándolos entrañablemente.
Él no puede quedar insensible ante situaciones de un sufrimiento que experimentó en su propia carne. Por eso, en Estados Unidos y en otras partes, los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, familia religiosa y misionera por él fundada, lo proponen como Protector y Patrono de todas esas familias “disfuncionales”.

¿Quién fue este Santo?

Se trata de Carlos José Eugenio de Mazenod, que nació en Aix de Provenza, sur de Francia, el 1 de agosto de 1872. Desde su tierna infancia sufrió las consecuencias de la Revolución francesa, que empujó a toda su familia al exilio para escapar de la guillotina. A partir de los 20 años, cuando pudo volver a Francia, Eugenio intentó por todos los medios recomponer el matrimonio roto de sus padres. Todo inútil. La madre había encontrado nueva pareja con quien tuvo un nuevo hijo y se negó a la convivencia con su primer esposo.
La fragilidad de ese matrimonio, de pura conveniencia, era evidente. Su padre, Carlos Antonio de Mazenod, Presidente la Corte de Cuentas de Provenza, perteneciente a la nobleza, estaba financieramente arruinado. A la edad de 33 años se casa con María Rosa Joannis, de 18 años, hija de un profesor de medicina, adinerado gracias al comercio de fármacos. Ambos querían beneficiarse: ella, de la nobleza, y él, del patrimonio económico. Fue un matrimonio sin base consistente. La madre regresa pronto del destierro y obtiene el divorcio civil para recuperar sus bienes, crea un nuevo hogar y se desentiende del padre de Eugenio, el cual tendrá que esperar varios años más para poder volver a su patria.
Eugenio, a la edad de 25 años, contra la voluntad de su madre, ingresa en el seminario de S. Sulpicio de París. Quiere dedicarse “a la salvación y por consiguiente a la verdadera felicidad de los hombres”, escribe a su madre. Recién ordenado sacerdote, vuelve a Aix donde funda una sociedad de misioneros, hoy presentes en unos 70 países, esparcidos por los cinco continentes. Más tarde, nombrado obispo de Marsella, carga sobre sus espaldas con la tarea pastoral de segunda ciudad más populosa de Francia, donde muere santamente. Fue beatificado por Pablo VI en 1975 y canonizado por Juan Pablo II en 1995.

A continuación pueden leerse unas plegarias inspiradas en S. Eugenio como Patrono de las familias desestructuradas o "disfuncionales".

lunes, 24 de febrero de 2014

Un desastre...




Entre los nuevos cardenales “creados” por el papa Francisco hay un oblato filipino, Orlando Quevedo, arzobispo de Cotabato, isla de Mindanao, sur de Filipinas. Es un hombre sencillo. ¿Cómo se enteró que había sido nombrado cardenal?  A las 12, hora de Roma, desde la ventana que da a la plaza de S. Pedro, el papa dio a conocer la lista de los 19 cardenales que había designado. Mons. Quevedo estaba ya cenando (diferencia de fuso horario) y había apagado el teléfono móvil. Cuando quiso encenderlo, lo encontró bloqueado por un sinfín de SMS. “¿Qué habrá pasado? ¿Un nuevo desastre natural?”  Quedó muy sorprendido de la noticia. “¡Un auténtico desastre! Ahora que iba a presentar mi dimisión de obispo por razones de edad…” El sábado 22 de febrero el papa le impuso el birrete. “Te coronan cardenal”, le dijo alguien. Y él: “¡Sí, pero la corona es de espinas!”  Quería decir de los graves problemas de su pueblo: enorme pobreza de Mindanao, las tensiones políticas entre el movimiento Moro y el gobierno de Manila…   Para hacerles frente, ahora tendrá que extender su campo de acción a todo el país, particularmente a toda la isla de Mindanao, que cuenta con más de 20 obispos y un porcentaje muy elevado de musulmanes (“moros” los llamaron los conquistadores españoles). También tendrá que arrimar el hombro para ayudar al obispo de Roma. Como sede cardenalicia en la Urbe le han asignado la parroquia de Maria Reina del Mundo. ¡Todo un símbolo! Se siente a disgusto con los capisayos color púrpura, él tan pobre y sencillo. Yo estoy repasando una entrevista que le hice para la revista de las Obras Misionales Pontificias, Misioneros Tercer Milenio  ( http://www.revistamisioneros.es/ ), pero si quieres saber ya algo más sobre este humilde e incómodo “purpurado”, clica este enlace:
http://www.periodistadigital.com/religion/mundo/2014/02/21/orlando-quevedo-hijo-del-norte-pastor-del-sur-y-purpurado-filipino-iglesia-religion-dios-vaticano-cardenales.shtml

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sábado, 22 de febrero de 2014

No olvidar el DNI...

Antigua pila bautismal de mi pueblo natal, en la que yo renací 

Emprendemos el primer viaje en la nueva andadura de este Blog. No olvides el carnet de identidad… ¿Recuerdas el nº de tu DNI? El Papa Francisco, en una de sus catequesis semanales sobre los artículos del Credo, decía que el verdadero DNI del cristiano (el que mejor atesta nuestro DNA) es la Partida o Certificado de Bautismo y preguntaba con insistencia a los fieles: Celebramos el cumpleaños de nuestro nacimiento; pero ¿celebramos también el cumpleaños de nuestro Bautismo? ¿Saben en qué día los bautizaron? Y proponía como “debiti” (tareas escolares para hacer en casa) averiguar la fecha del propio Bautismo, nuestro nuevo y auténtico nacimiento.

Por mi tierra ( http://acebesdelparamo.weebly.com/ ), al menos en mi generación, más que el cumpleaños, se celebraba el Santo (onomástico). Pero al cumplir veinte años, en Hernani (Guipúzcoa), con el fervor de novicio,  me vino la feliz idea de celebrar en adelante el aniversario de mi Bautismo (mi segundo nacimiento a la nueva vida, la vida de la Gracia). Fue un 22 de febrero, al día siguiente de abrir los ojos a la luz. Mi vida, mi ser como persona humana, había comenzado ya 9 meses antes, quizá el 21 de mayo, fiesta de San Eugenio de Mazenod, el fundador de mi familia oblata. ¡Feliz coincidencia!

¿Sabe usted con quién está hablando?, le gritaba indignado un automovilista vallisoletano a mi catequista argentino. Éste esperó a que se desfogara y luego, con tranquilidad, le dijo confidencialmente: ¿Y sabe con quién está hablando usted? ¡Con un hijo de Dios! Esa es nuestra verdadera identidad. Reconoce, cristiano, tu dignidad, escribía hace siglos un Padre de la Iglesia.

viernes, 21 de febrero de 2014

Cambio de agujas

Desde hoy, 21 de febrero de 2014, día en que, hace ya muchos años, mi querida madre me alumbró y mi inolvidable madrina y comadrona me dió el primer azote para provocarme el llanto y abrir los ojos a la luz de este mundo (el dia de mi cumple se diría sencilamente en argot juvenil), cambio la cabecera de este BLOG. Ya no se llamará OMI Postulation, sino que tomará mi nombre y apellido. ¿Por qué? La razón es sencilla: las riendas de la Postulación han pasado a otras manos y quiero dejarle el campo libre a mi sucesor. No sé qué vuelos va a emprender; pero me ha dejado caer que se servirá de la red en modo distinto.

Esto me da la posibilidad de seguir con este tren. Habrá cambio de agujas; pero no de maquinista. Viajaremos libremente por otros derroteros. Si visitabas este Blog, te invito a seguir en él, no te apees, juntos gozaremos con el descubrimiento de nuevos paisajes. ¡Feliz viaje!

A propósito de mi cumple, hoy mismo un amigo me felicitó con un lema que él mismo había forjado cuando misionaba en Uruguay. Lo comparto contigo, por si te sirve. “Vive plenamente la vida que cada atardecer te promete y cada amanecer te regala”. Yo, que no soy poeta, me repito otro dicho que me invita a la gratitud. Es un afirmación contundente del filósofo Descartes, puesta en voz pasiva (basta añadirle una R) para hacerla cristiana: “Cogitor, ergo sum”.  Por si no eres latinista, aquí va la traducción: “Soy pensado, luego existo” Existo porque Dios me piensa, porque me quiere, me ama. Somos pensamiento de Dios hecho realidad. Deo gratias!






sábado, 1 de febrero de 2014

Nunc dimittis...


Hoy, fiesta de la Presentación del Señor, puedo cantar con Simeón el Nunc dimittis: Ahora, Señor, puedes dejar a tu sirvo irse en paz… 2 de febrero de 2014, esta es la fecha en que se firmó el Decreto de nombramiento del nuevo Postulador. “¿Tienes algún proyecto para el futuro?”, me preguntó el P. General. Y yo: “Mi proyecto lo tiene Dios y me lo manifestará por boca de mis Superiores” (¡para algo tiene que servir el voto de obediencia!). Así estaré seguro de hacer la voluntad de Dios, que es lo único que cuenta. Más aún, es el secreto de la santidad.
¿Satisfecho de mi servicio en la Postulación durante estos casi ocho años? Siervos inútiles somos, hemos hecho lo que teníamos que hacer. De una cosa estoy seguro: la cercanía, familiaridad e intimidad con esos Bienaventurados cuyas Causas se me confiaron, no lo olvidaré fácilmente. Espero y pido a Dios, por medio de estos valiosos intercesores, que esa relación prosiga y vaya in crescendo.