sábado, 22 de febrero de 2014

No olvidar el DNI...

Antigua pila bautismal de mi pueblo natal, en la que yo renací 

Emprendemos el primer viaje en la nueva andadura de este Blog. No olvides el carnet de identidad… ¿Recuerdas el nº de tu DNI? El Papa Francisco, en una de sus catequesis semanales sobre los artículos del Credo, decía que el verdadero DNI del cristiano (el que mejor atesta nuestro DNA) es la Partida o Certificado de Bautismo y preguntaba con insistencia a los fieles: Celebramos el cumpleaños de nuestro nacimiento; pero ¿celebramos también el cumpleaños de nuestro Bautismo? ¿Saben en qué día los bautizaron? Y proponía como “debiti” (tareas escolares para hacer en casa) averiguar la fecha del propio Bautismo, nuestro nuevo y auténtico nacimiento.

Por mi tierra ( http://acebesdelparamo.weebly.com/ ), al menos en mi generación, más que el cumpleaños, se celebraba el Santo (onomástico). Pero al cumplir veinte años, en Hernani (Guipúzcoa), con el fervor de novicio,  me vino la feliz idea de celebrar en adelante el aniversario de mi Bautismo (mi segundo nacimiento a la nueva vida, la vida de la Gracia). Fue un 22 de febrero, al día siguiente de abrir los ojos a la luz. Mi vida, mi ser como persona humana, había comenzado ya 9 meses antes, quizá el 21 de mayo, fiesta de San Eugenio de Mazenod, el fundador de mi familia oblata. ¡Feliz coincidencia!

¿Sabe usted con quién está hablando?, le gritaba indignado un automovilista vallisoletano a mi catequista argentino. Éste esperó a que se desfogara y luego, con tranquilidad, le dijo confidencialmente: ¿Y sabe con quién está hablando usted? ¡Con un hijo de Dios! Esa es nuestra verdadera identidad. Reconoce, cristiano, tu dignidad, escribía hace siglos un Padre de la Iglesia.

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