domingo, 6 de octubre de 2013

Pa'i Puku, su memoria se reaviva



   Un santuario


“Pa’i Puku” (“Padre Alto”) es el cariñoso apodo en lengua guaraní para Mons. Pedro SHAW, que falleció en 1984 en el Chaco paraguayo, donde trabajaba primero como misionero y después como obispo en el Vicariato Apostólico del Pilcomayo.
Pronto, el pueblo comenzó a venerarlo como santo. A partir del año 2008, los oblatos de la Provincia del Paraguay comenzaron a promover una investigación y los pasos para abrir la causa de beatificación, autorizada en 2010 por el Superior General.
Al año siguiente, se publicaron dos libros sobre su vida, aparte la amplia investigación. Además, se estrenó un himno en guaraní, cantado por un cantante y acompañado por un arpista muy conocidos en el país. 
Otra publicación destaca las 8 obras en el Paraguay que ya llevan su nombre: calles, un estadio, una escuela, una radio, empresas comerciales. A eso, se añade ahora una capilla, que se erige como futuro santuario en el lugar de su accidente fatal, con la aprobación del obispo de la diócesis donde falleció, quien también lleva adelante el proceso diocesano de la causa. El cartel del proyecto llama la atención a los muchos conductores que pasan por esta única ruta que cruza el Chaco y lleva hasta el país vecino Bolivia.
El pueblo, que testimonia gustosamente sus experiencias y recuerdos con el Pa’i Puku, e incluso las gracias recibidas por haberlo invocado, espera ansiosamente, que se reconozca pronto la santidad de este Siervo de Dios; y que puedan venerarlo en ese santuario. (Miguel FRITZ)

viernes, 4 de octubre de 2013

Los Oblatos y la Patrona de las Misiones




El 14 de diciembre de 1927 Pío XI, el Papa de las Misiones,  proclamó a Santa Teresa del Niño Jesús Patrona de las Misiones, como San Francisco Javier, aunque ella nunca salió del convento de Lisieux.
¿Quién promovió ese Patronazgo? Los Oblatos tienen el honor de ser los pioneros. El P. Fabio Ciardi o.m.i. lo recordaba en su blog http://fabiociardi.blogspot.it/  el 1º de octubre, fiesta de esta pequeña grande Santa Carmelita. De ahí plagiamos la información que va más abajo. 
La Patrona de las Misiones, ya en vida, dejaba entrever su inquietud misionera: anhelaba ir a China para evangelizar aquel inmenso país, y se carteaba con misioneros de lejanas tierras, entre otros, con algún Oblato del Polo.




Más tarde, una vez canonizada, otro Oblato, obispo misionero, paisano suyo, el Siervo de Dios Pièrre Fallaize, al perder la vista en el país de la eternas nieves, regresó a su diócesis de origen y durante 40 años prestó sus servicios de confesor y director espiritual en la basílica de la Santa en Liseux y en el Carmelo donde sus restos mortales esperan la resurrección de los justos. ¿Quieres saber más sobre el tema?  Sigue leyendo…