miércoles, 22 de octubre de 2014

El Sínodo de la Familia y los Oblatos



Terminó el Sínodo sobre la familia. Mons. Jean-Claude Bouchard, o.m.i., obispo de Pala, en calidad de presidente de la Conferencia Episcopal de Chad, fue uno de los padres sinodales. Hubo dos Obispos Oblatos más en el Sínodo: el Presidente de la C. E. de Namibia, Liborius Ndumbukuti Nashenda, arzobispo de Windhoek, y el Presidente la C. E. de Lesoto, Gerard Tlali Lerotholi, arzobispo de Maseru. Estos dos, junto con Mons. Louis Marie Ling Mangkhanekhoun, Voluntas Dei (insituto secular fundado por el P. Luis María Parent o.m.i.), Vicario Apostólico de Paksé, Presidente de la C.E. Laos-Camboya, fueron huéspedes de nuestra casa general, mientras que Mons. Bouchard se hospedó en la Casa de Santa Marta. El lunes 20, terminado el Sínodo, estuvo en nuestro Escolasticado, presidió la Misa vespertina y, tras una cena frugal con nosotros, nos dio una breve charla, seguida de un largo coloquio, sobre ese evento eclesial. Tomé nota de algunos puntos y los expongo a continuación.



 Mons. Jean-Claude Bouchard o.m.i. en el coloquio. 
A su lado el P. Mario, superior del  IRS (Escolasticado Internacional Romano)

¿Qué ha significado para mí este Sínodo? El Sínodo en sí es una rica experiencia en la que se nos da la oportunidad para conocerse los obispos. Para mí éste es la quinta vez que participo en un Sínodo. En éste, como novedad, hay que subrayar que el Papa ha dado plena libertad para hablar, no ha habido ni encorsetamiento ni cortapisas. Al final. se dudaba si era oportuno o no dar a conocer las conclusiones. El Papa ha querido que se publicara todo. Incluso el número de votos a favor o en contra en las votaciones para cada párrafo. En éstas, en vez del dilema placet, non placet (a favor o en contra), tal vez hubiera sido mejor ofrecer una tercera alternativa: juxta modum, pues más de una vez podrías no estar de acuerdo sobre un particular concreto, pero a favor del conjunto de la formulación. Ha sido sin lugar a duda el Sínodo más seguido por el gran público.  El tema de la familia ha despertado gran interés en los Medios y gracias al Internet, se ha sido el Sínodo más seguido. El inconveniente era que a veces los comunicadores enfatizaban los puntos más periodísticos. Una anécdota referente a esto: llamé a Canadá para hablar con mi hermana. Enseguida me preguntó qué habíamos decidido; ¿Pueden comulgar los divorciados? Hay que recordar que en el Sínodo no se toman decisiones, se hacen propuestas al Papa. Además esta vez hay una particularidad, es la primera vez que se hace un sínodo en dos etapas. Esta primera es un Sínodo Extraordinario y dentro de un año, en el Sínodo Ordinario, se retomará el tema de la familia.
Se notaba el peso y el punto de vista de los europeos, de los italianos sobre todo. La Iglesia no se reduce sólo a la cultura y a la problemática occidentales, pues no tenemos los mismos problemas y puntos de mira sobre la familia en África, en Asia o en América Latina. En una cosa había unanimidad: referente a las uniones homosexuales no se puede aceptar el término “matrimonio”. Puede ser una unión sui géneris, pero no es un matrimonio. Por otra parte, para África o Asia esto no es un problema, simplemente se rechaza y hasta se castiga.
A notar que el Papa estuvo siempre presente, a excepción de los miércoles, a causa de la audiencia pública. Iba andando desde Santa Marta y  llegaba al aula 10 ó 15 minutos antes que los sinodales y así los podía acoger y chalar con ellos según iban llegando. ¡Tenemos un Papa estupendo!
Quedan por aclarar algunos puntos, por ejemplo, se habla del “Evangelio de la Familia”, se han escrito exhortaciones sobre ello; pero ¿qué se quiere decir? Caben diversas interpretaciones…
Por otra parte, sería conveniente estudiar más a fondo el parecer de los africanos sobre la gradualidad  del matrimonio: matrimonio tradicional según nuestra cultura, matrimonio civil (ante la autoridad civil) y sacramental (ante la Iglesia). Que no nos limitemos al sí de un instante ante el altar.

Se siguió con mucho interés su charla y después hubo un prolongado coloquio con los jóvenes de la comunidad de nuestro Escolasticado Internacional, planteándole preguntas sobre todo nuestros estudiantes africanos. 



Mons. Liborius N. Nashenda OMI
con Vitalis, escolástico de Namibia

Mons. Gerard T. Lerotholi OMI
con el P. Thomas Klosterkamp, superior de la casa general


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