sábado, 31 de octubre de 2015

El misionero ¿protagonista o servidor?






Tenemos entre nosotros a un misionero de Tailandia a quien los Oblatos de  María Inmaculada han confiado la delicada e importante responsabilidad de preparar el próximo capítulo general, equivale decir el evento de la máxima autoridad de un Instituto religioso. Se trata del P. Claudio Bertuccio, siciliano, natural de Mesina, 50 años y 22 entre los “Thais”, es decir, en el país de los hombres “libres”, pues eso significa Tailandia. Aprovechamos su paso por Roma para entrevistarlo...

lunes, 5 de octubre de 2015

IRS cambia LINK

Icono de la Virgen-Madre en nuestra capilla

El escolasticado Internacional de Roma sigue boyante; pero, para ofrecer a nuestros amigos un enlace o link más fácil de recordar, lo hemos abreviado:  http://irsomi.blogspot.com
IRS son las siglas: International Roman Scolasticate.
Visítanos y danos a conocer entre amigos y personas a las que pueda interesar nuestro Blog. Gracias 

ha cambiado de enlace o link.
He aquí el nuevo: http://irsomi.blogspot.com

Le link ou lien du Scolasticat OMI Rome
(omiscolasticatointernazionaleromano.blospot.com) a était changé .
Voici le nouveaux link :  http://irsomi.blogspot.com

Il link o collegamento dello Scolasticato  OMI Roma (omiscolasticatointernazionaleromano.blogspot.com)  è stato modificato. Ecco il nuovo: http://irsomi.blogspot.com

sábado, 3 de octubre de 2015

Laos, Mártires OMI: 6º José Boissel




El hombre « que estornudaba fuerte »

El Padre  José Boissel, o.m.i.
(1909 – 1969)
Testigo de Jesucristo en Laos,
asesinado a causa de la fe el 5 julio de 1969 en Hat I-et

Relato de una misionera secular que iba con el Padre a misionar en una aldea:
« Dos o tres kilómetros antes de llegar al poblado oí una ráfaga de fuego de fuego dirigida contra nosotros. Reventaron los neumáticos y a mí me hirieron en la mano. Una segunda ráfaga y Teresa (mi compañera) fue herida en la cabeza.
El Padre Boissel fue herido en el cráneo. El jeep se precipitó al barranco dando la vuelta sobre nosotros y se incendió. El Padre murió en el acto. Los tres estábamos completamente cubiertos de sangre
El Padre Boissel estaba muerto, Teresa inconsciente y como muerta. Pero vi tres jóvenes soldados vietnamitas que daban vueltas alrededor del vehículo. Decían: “¡Los matamos!”  “¡Quememos el vehículo y sus ocupantes!”  Se alejaron un poco y lanzaron una granada contra el coche. (…)
Demos gracias a Dios que nos conserva en vida hasta ahora. ¡Que el Padre Boissel nos proteja! »
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Laos, Mártires OMI: 5º Juan Wauthier



El Padre Juan Wauthier, o.m.i. 
(1926 – 1967)
Mártir de la caridad en Laos,
murió por la fe el 16 de diciembre de 1967 en Ban Na 

“El misionero es el hombre de la caridad: para poder anunciar a cada uno  Dios lo ama y que él mismo puede amar, tiene que dar pruebas de caridad hacia todos, entregando su vida por el prójimo” (Juan Pablo II, Redemptoris Missio, n° 89). 
Este es el mejor resumen de la vida del P. Juan Wauthier, Oblato de María Inmaculada.
Había ido a pasar dos días con los catecúmenos del pequeño pueblo de Ban Ban. A 800 metros de allí había un pequeño puesto militar. Los que querían quitarle la vida simularon un ataque de la guerrilla. Inmediatamente salió del poblado, porque en esa región en guerra permanente, siempre había que estar prontos para huir a la selva. Toma consigo a los dos niños que vivían con él y a tres catecúmenos, y los pone al seguro en una hondonada, recomendándoles: “No os mováis, no tengáis miedo, rezad”, les dijo. Él se aleja para darse cuenta de la situación y camina un poco rezando el rosario. Los muchachos oyeron: “Matad al Padre”. Se oyó un disparo. Herido al cuello, el misionero suplica a sus agresores, agazapados detrás de un seto: “¿Por qué me disparáis? ¡Parad! ¡Me duele mucho!” “¡Cállate!”, le contestan, y se reanuda el tiroteo. Recibe tres balas en todo el pecho, y se desploma. Los muchachos huyen aterrados.

El P. Juan Wauthier acaba de dar su vida para que el Evangelio sea fecundo en Laos.

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jueves, 1 de octubre de 2015

En esto conocerán...


 Obispos del Movimiento de los Focolares


Palabra de Vida, octubre 2015

«En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros» (Jn 13, 35).

Este es el distintivo, la característica propia de los cristianos, el signo para reconocerlos. O al menos debería serlo, porque así concibió Jesús a su comunidad.
¿Por qué hoy no se nos conoce como aquellos que se distinguen por el amor? ¿Qué hemos hecho con el mandamiento de Jesús?
Ver a continuación el comentario de Fabio Ciardi o.m.i.