Las Islas Filipinas es un país
mayoritariamente católico, un llamativo contraste con el resto de los países de
Asia, que sólo cuentan con exiguas minorías de cristianos. En Filipinas se calcula
que el 80% son católicos. Es el fruto de la encomiable evangelización de los misioneros
españoles, en los siglos de presencia de España. Sin embargo en el Sur el porcentaje
de los seguidores de Mahoma rebasa al de los discípulos de Jesucristo. Sabido
es que los Oblatos desde su llegada a las Islas Filipinas se han establecido al
Sur, en esa “tierra de moros”, en medio del pueblo Bangsamoro” (musulmanes filipinos). A lo
largo de los 75 años de su presencia, los Oblatos han hecho una apreciable labor
de educación sin fronteras religiosas, en diálogo interreligioso, que comienza
a dar frutos. La mayoría de los líderes políticos del Movimiento Islámico por la
Liberación se han educado en los Colegios y en la Universidad Notre Dame, fundados y dirigidos por los
Oblatos. Éstos, ahora, tras largos años de tensión y terrorismo, se sienten esperanzados
con el acuerdo firmado este mismo mes de marzo entre el Gobierno central de Manila y los Rebeldes del
Sur. Léanse a este propósito las declaraciones del P. Lauro de Guía OMI, Superior provincial (en la foto), a la
Agencia Fides.
ASIA/FILIPINAS - Los misioneros Oblatos:
“Que el acuerdo con los rebeldes del Sur traiga paz, justicia y desarrollo”
Cotabato
(Agencia Fides) – El acuerdo entre el Gobierno filipino y el grupo rebelde
“Moro Islamic Liberation Front” (MILF), firmado el 27 de marzo genera nuevas
esperanzas, pero debe ser verdaderamente “un heraldo de la paz, la justicia y
el desarrollo”: lo dice a Fides la provincia filipina de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada
(OMI), presentes y establecidos desde hace 75 años al Sur de las Filipinas. A
los Oblatos también pertenece S. Em. Orlando
Quevedo, Arzobispo de Cotabato, (en la isla de Mindanao), creado Cardenal
por el Papa Francisco.
En un mensaje enviado a Fides, el P. Lauro de Guía, Superior Provincial OMI de las Filipinas, expresa la esperanza de que el acuerdo pueda “conducir a una era de armonía y desarrollo”. “Con la apertura, la paciencia, el sacrificio, la buena voluntad, la confianza, el diálogo, se pueden realizar acuerdos que mantengan fuertes lazos entre grupos con diferentes orígenes e intereses”, afirma.
Los misioneros Oblatos sostienen el “espíritu” del acuerdo, en particular: el reconocimiento de la legitimidad de la causa del pueblo “Bangsamoro” (musulmanes filipinos), y sus aspiraciones a la autonomía a través de un proceso democrático; el objetivo de encontrar un solución a su demanda de justicia y dignidad; el objetivo de poner fin a los enfrentamientos entre el gobierno y el MILF y promover la paz y la estabilidad; el compromiso de las partes para proteger y promover los derechos de todos los habitantes de las Filipinas del Sur
Los misioneros señalan: “Somos plenamente conscientes del hecho de que un acuerdo sólo funcionará si se aplica. Por ello pedimos a todos los interesados que cumplan con sus compromisos conforme a los principios declarados”. En particular, se pide “respeto mutuo por el derecho a la propia identidad, continuar los diálogos y consultas, establecer una administración local realmente democrática y representativa de la diversidad de la población”. Los OMI también piden extender el acuerdo a otros miembros de los grupos rebeldes islamistas en la zona, como el Moro National Liberation Front (MNLF), con el fin de definir el Acuerdo “genuinamente inclusivo”. “Nos comprometemos a seguir orando, a estudiar y a trabajar en apoyo del proceso de paz” concluye el P. De Guía. (PA) (Agencia Fides 28/3/2014)
En un mensaje enviado a Fides, el P. Lauro de Guía, Superior Provincial OMI de las Filipinas, expresa la esperanza de que el acuerdo pueda “conducir a una era de armonía y desarrollo”. “Con la apertura, la paciencia, el sacrificio, la buena voluntad, la confianza, el diálogo, se pueden realizar acuerdos que mantengan fuertes lazos entre grupos con diferentes orígenes e intereses”, afirma.
Los misioneros Oblatos sostienen el “espíritu” del acuerdo, en particular: el reconocimiento de la legitimidad de la causa del pueblo “Bangsamoro” (musulmanes filipinos), y sus aspiraciones a la autonomía a través de un proceso democrático; el objetivo de encontrar un solución a su demanda de justicia y dignidad; el objetivo de poner fin a los enfrentamientos entre el gobierno y el MILF y promover la paz y la estabilidad; el compromiso de las partes para proteger y promover los derechos de todos los habitantes de las Filipinas del Sur
Los misioneros señalan: “Somos plenamente conscientes del hecho de que un acuerdo sólo funcionará si se aplica. Por ello pedimos a todos los interesados que cumplan con sus compromisos conforme a los principios declarados”. En particular, se pide “respeto mutuo por el derecho a la propia identidad, continuar los diálogos y consultas, establecer una administración local realmente democrática y representativa de la diversidad de la población”. Los OMI también piden extender el acuerdo a otros miembros de los grupos rebeldes islamistas en la zona, como el Moro National Liberation Front (MNLF), con el fin de definir el Acuerdo “genuinamente inclusivo”. “Nos comprometemos a seguir orando, a estudiar y a trabajar en apoyo del proceso de paz” concluye el P. De Guía. (PA) (Agencia Fides 28/3/2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario