« ACCIPE OBLATIONEM NOSTRAM »
Una misión no muere porque maten al misionero. No importa que su muerte haya sido violenta y brutal. La misión sobrevive a esta prueba e incluso se reanudará con más fuerza, porque la sangre del mártir alimentará y consolidará el crecimiento de su misión en pro del Reino de Dios.
Así comienza la crónica en el primer aniversario del asesinato
¡Si quieren, mátenme ahora mismo aquí en el templo de Dios!” Ésas fueron las palabras del P. Rey cuando sus asesinos le sacaban por la fuerza de la capilla donde estaba rezando. Se oyeron gritos de socorro. Fuera de la capilla, cerca en el patio de Notre Dame High School (colegio de secundaria) de Tabawan, sonó un tiro en la oscuridad de la noche. Después de esto, quienes miraron furtivamente a través de las persianas de la segunda planta del colegio, no vieron nada más que las siluetas de los asesinos que arrastraban a su víctima. Más tarde, el cuerpo del P. Rey fue encontrado en las cercanías del colegio, en un camino que lleva a la playa, por donde los asesinos huyeron en una lancha de motor fuera borda. Su cuerpo estaba acribillado a tiros. Puñaladas y golpes por todo el cuerpo: en la cabeza, rostro, cuello, abdomen y espaldas... Por esas heridas queda meridianamente claro que lo que intentaban no era secuestrarlo, sino matarlo. ¿Quiénes fueron sido los asesinos? Todavía no se ha esclarecido. Las autoridades siguen investigando.
Eran aproximadamente las 20.30 cuando lo mataron sin piedad. Noche triste y sin estrellas la de aquel 15 de enero de 2008 en la lejana isla de Tabawan, al sur de Ubian, Tawi-Tawi, Filipinas, no muy distante de Indonesia. Durante diez años el P. Rey había sido director de Notre Dame High School de Tabawan y superior de la misión oblata del Vicariato Apostólico de Jolo.
El P.Jesús Reynaldo Roda, OMI. nació en la ciudad de Cotabato el 5 de febrero de 1954. Ingresó en el Juniorado de los Misioneros Oblatos en 1970 y, después de graduarse en Notre Dame High School de Cotabato, hizo su primera oblación (profesión religiosa) y más tarde la perpetua como Oblato de María Inmaculada en 1979. Fue ordenado sacerdote en la catedral de la Inmaculada Concepción el 10 de mayo de 1980.
Después de su ordenación, fue enviado como vicario parroquial de Grace Park en Caloocan. A ese destino seguirán otros como vicario parroquial, párroco y/o director en uno u otro colegio de la cadena oblata de Notre Dame School…
También hizo una experiencia de misiones extrajeras: en 1992 lo enviaron a Tailandia como rector del Juniorado oblato en Bankok. Volvió a Filipinas en 1997 y estuvo en la misión de Batu-Batu en Tawi-Tawi hasta el mes de junio de 1998, fecha en que asumió la dirección del Notre Dame High School de Tabawan y de la misión oblata, hasta su muerte, que le sobreviene pocas semanas antes de cumplir 54 años.
El P. Rey era gran promotor de la educación entre la población de Tabawan y de las islas vecinas, creando infraestructuras y proyectos de desarrollo, con el fin de aliviar la pobreza de la gente. La población es casi exclusivamente musulmana, más del 99%. Los cristianos son menos del 1%, y no todos son católicos. Los otros cristianos tienen su propio pastor, buen amigo del P. Rey por cierto.
Por Navidad enviaba mensajes a feligreses, amigos y bienhechores. En su carta del 20 de diciembre de 2000, el P. Rey escribía: ¡Feliz y santa Navidad desde Tabawan, que es probablemente, la isla más pacífica del mundo! Pero al final de la carta decía que el Sur de Filipinas estaba minado por el “terrorismo” de Abu Sayaff y por la creciente escalada del fundamentalismo musulmán.
A finales de 2006 decía:"Al terminar este año, damos gracias al Dios Compasivo y Misericordioso por sus incontables bendiciones sobre mi personalmente y sobre la gente pacifista de Tabawan". A continuación hablaba de los múltiples proyectos de desarrollo realizados con la ayuda de una ONG local: programa de alimentación durante 6 meses para 120 alumnos de primer grado; envío de profesores de la escuela pública a las ciudades de Bongao y de Davao; rehabilitación de 7 alas de clase y la construcción de los 2 depósitos de agua para la escuela pública, etc.
Estaba muy agradecido a Dios porque lo había librado de un intento de secuestro en el mes de noviembre en la casa rectoral. En esa misma carta añadía lo siguiente: "Debido a la inseguridad, ya saben que me moveré menos que antes…Tenemos esperanzas de que la comunidad será protegida por la policía para la vigilancia y rechazo de los hombres violentos. Necesito este clima de paz para vivir, trabajar y orar. Tabawan es mi casa desde hace ya 9 años".
El P. Rey escribió esta carta para la Navidad de 2007 sin saber que sería la última. Habla de 2.500 niños a los que se repartirían regalos y de varios proyectos de desarrollo. Dice que, entre los 357 estudiantes de su High School de Tabawan, más de 30 disfrutan de una beca de estudios. Hay que añadir a éstos, ocho estudiantes universitarios más en diversas Universidades de ese encantador país de las siete mil islas, a los que también se les pagaba una bolsa de estudios.
Y ahora, ¿qué? se preguntaba, tras su muerte, la gente de Tabawan y sobre todo los escolares."¿Qué va a ser de nosotros ahora?" Se les respondió que otros Oblatos se harían cargo de todo.
Padre Rey, donde estás tú ahora, en ese grandioso más allá, donde no hay terrorismo, ni sudor, ni miedos, has de saber que estoy escribiendo esto como el mejor homenaje que te puedo ofrecer. Nuestro homenaje se cristalizará en nuestra opción por la misión, diciéndole a Dios, parafraseando el lema episcopal de nuestro actual obispo, Angelito Lampon, o.m.i.: Accipe Oblationem Nostram (Recibe nuestra oblación).
Marco Romeo P.Villanueva,OMI
Vicariato Apostólico de Jolo, Sulu, Filipinas.
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